Me tomo la libertad de traducir esta nota que publica esta semana Concordia University en su boletín informativo del Concordia University del 2 de octubre de 2012 bajo el título Las fuentes de violencia (The sources of violence).
Los niños agresivos suelen convertirse en adultos violentos, de acuerdo con un estudio realizado por el Departamento de Psicología de la Concordia University (Montreal, Canadá) en conjunto con la organización canadiense Pro-Gam. Este estudio monitoreó el desarrollo de niños y niñas desde el 1er grado hasta su adultez. Los resultados de este estudio se darán a conocer oficialmente en un acto que se realizará el 1 de noviembre de 2012 en esta casa de estudios con motivo de cumplirse los 30 años desde la fundación de Pro-Gam. La entrada es gratuita.
Este estudio longitudinal se inició en el año 1976 y ha terminado probando que la agresión en la niñez guarda estrecha relación con conductas antisociales, abuso de drogas, aumento en las tasas de criminalidad y violencia familiar y conyugal que ocurren en etapas posteriores en la vida de estas personas.
Estos descubrimientos tienen un profundo impacto en las generaciones. “Nuestra investigación tendrá mucho valor para los padres de niños que muestran signos de agresión”, afirma Claude Senneville, Coordinador de Investigación en conjunto con el Departamento de Psicología de Concordia University. “A través de una consejería y un monitoreo del comportamiento cuidadosos, estos niños podrían ser capaces de liberarse de sus tendencias agresivas. Si controlan eso temprano en sus vidas, tendrán mucho más oportunidades de crecer como adultos cuyas vidas no están marcadas por el abuso doméstico, el uso de las drogas y el crimen”.
Esta investigación es parte de lo que se ha denominado Proyecto de Riesgo Longitudinal de Concordia, un estudio todavía en marcha que aborda niños que habitan en barrios o urbanizaciones desfavorecidas y quienes fueron reclutados en los grados 1, 4 y 7 del colegio. Cuando el estudio inició en 1976, los investigadores midieron muy de cerca los niveles de agresión y aislamiento social de estos jóvenes. Durante los siguientes años de intervención, el equipo de investigación monitores muy de cerca el progreso mental y emocional y su crecimiento durante la adolescencia, la primera adultez y, en este momento, su desempeño como padres y madres.
Aunque el estudio ha abordado muchos y diferentes aspectos del comportamiento de las personas en estudio, Senneville observa que el progreso de la agresión infantil hacia a violencia en la adultez es particularmente alarmante, aunque potencialmente superable. “El hecho de que ahora tenemos pruebas conclusivas de que la agresión deja sus huellas a lo largo de tantos otros aspectos de la vida me da esperanza de que podamos comenzar a abordar este problema más temprano en la vida de las personas”, ha dicho Senneville. “La delincuencia, los problemas de conducta, la depresión, la violencia doméstica y el crimen deberían verse como síntomas de un tipo de enfermedad —la agresión— que podemos potencialmente curar si la agarramos en su etapa inicial”.
deberias colocar ellink de donde bajastes la informacion esta muy interesante… espero que lo puedas hacer saludos
Gracias por tu comentario. Ignoro por qué no agregé el enlace, ciertamente he debido hacerlo. Debe haber sido un descudio. Ya lo corregí. Espero que sea de utilidad. Saludos.
oks gracias … de hecho que si me servira.